domingo, 29 de enero de 2012

El chile del siglo XVIII


El Siglo XVIII en Chile:




El siglo XVIII en Chile es un periodo de mayor prosperidad comparado con el siglo anterior, hubieron diferentes cambios en los que permanecieron algunos procesos como el mestizaje, y se mantuvieron las relaciones sociales en las haciendas y la vida fronteriza.


Dentro de los cambios y la continuidad del periodo, podemos señalar las siguientes características generales:


El cambio de monarquía en España, de la casa de Austria a la casa de Bobón, implicó una transformación y centralización de las actividades administrativas. Se intento controlar mas directamente a las autoridades regionales y para ello se crearon nuevos cargos, como los intendentes y subdelegados.


La clase dirigente se mostró abierta a la penetración de las ideas de la ilustración, las cuáles posibilitaron las reformas económicas y políticas que se requerían en el país.


La lectura de libros franceses; y el contrabando, facilitó la transmisión de objetos y propuestas reformistas y revolucionarias.


En lo comercial, Chile logró un contacto mayor con otras latitudes, fuese por el contacto con los navíos franceses y británicos, fuese por el contrabando y la llegada masiva de mercaderías después de la dictación del Reglamento de Libre Comercio en 1778. Esto ultimo posibilito el acceso a mercaderías variadas.


El desarrollo educacional alcanzó un gran nivel con la fundación de la Universidad de San Felipe, lo que permitió contar con un centro de estudios superiores y dejar a un lado la primacía de Lima en esta materia.


El neoclásico, el cual se aplico a los principales edificios de la ciudad de Santiago e influyo en la pintura, la escultura y la ornamentación de los templos.


La iglesia mantuvo su carácter rector en la sociedad chilena.


La frontera araucana también experimentó cambios, ya que los combates fueron por lo general muy distantes. Salvo algunas rebeliones importantes, el resto del tiempo se mantuvieron relaciones pacificas y comerciales entre indígenas y hombres blancos.


Los viajes científicos realizados por expediciones extranjeras, ayudaron a conocer de mejor forma el territorio, precisando muchos de los detalles geográficos desconocidos hasta ese entonces y configurando los límites chilenos al momento de la independencia del país.






REFORMISMO BORBÓNICO


Durante el S. XVIII. Bajo la dinastía borbónica se impulsaron desde el Estado una serie de reformas en todos los aspectos de la vida social y política.


Los ilustrados pretendían racionalizar la Administración como forma de fortalecer el Estado y la propia monarquía , y promover la economía.







UNIFICACIÓN Y CENTRALIZACIÓN


Los Decretos de Nueva Planta fueron la primera medida centralizadora a la que siguieron importantes reformas en la Administración.


Los Consejos perdieron peso específico. Solo el de Castilla mantuvo su importancia .


Los secretarios de Estado pasaron a primer plano, claro antecedente de los futuros ministros. Ej. Marqués de Ensenada ocupó diversas secretarias, en este reinado y el de Fernardo VI .


Las secretarias fueron cinco en tiempos de Fernando VI: Estado, Gracia y Justicia, Marina e Indias. Hacienda, y Guerra.


Los Intendentes que actuarían por encima de los corregidores .


Surgió sí el concepto de Provincia entidad territorial dependiente de un intendente , cuya función primordial era la gestión de todo lo referido a la milicia y a la hacienda.


Esta nueva organización no llegó a consolidarse de manera estable a lo largo del siglo.


Los intendentes tenían competencias diferentes según los territorios , se .limitaban a la gestión fiscal 





ECONOMÍA CHILENA EN EL SIGLO XVIII:






Características Generales


Durante el siglo XVIII la economía se caracterizó por mantener el carácter exportador de minerales y cereales e importar productos elaborados.


Se fue desarrollando lentamente. En un principio cumplía con el rol de autoabastecer a los colonizadores y en producir oro para importarlo. Pero luego estuvo en condiciones de producir productos como cuero y trigo, así en el territorio se definieron 4 actividades económicas básicas: la minería, la agricultura, la ganadería y el comercio.


La Agricultura:


El siglo XVIII ha sido llamado el “siglo de oro” pues Chile fue en ésta época el “granero” de Perú, ya que con el terremoto de 1687 y aparición del tizón se esterilizó gran parte de los valles fértiles, entonces todo el cultivo de trigo, desde Aconcagua a Colchagua, fue un negocio remunerador. Junto con subir el precio aumentó la exportación al virreinato.


El rendimiento de las tierras era escaso, y los métodos de cultivo, sencillos y económicos (se usaba un arado de madera, a veces con punta de fierro). En las grandes haciendas sólo se cultivaba un parte del terreno, el otro “se dejaba descansar”.


Entre el Maule y Chillán, el cultivo de la vid y la fabricación del vino y del aguardiente constituían un ramo importante de la agricultura.


La Ganadería:


Durante l último tercio del siglo XVIII la ganadería tuvo un gran desarrollo. La cría de ganado se hacía en forma extensiva ya que los animales se alimentaban sólo de los pastos naturales y en cierta época del año eran trasladados a los valles y laderas de la cordillera.


La distribución variaba según las regiones: en el norte predominaban los cabros; en el centro, los vacunos; desde el Maule al Bio-Bio los carneros; en Valdivia y Chiloé los cerdos.


El vacuno era el que tenía mayor importancia económica, debido a las grandes matanzas que se hacían en el verano y otoño, ahí se aprovechaba: el sebo, la grasa, la carne y los cueros.


La Minería:


El rey y los gobernadores se dedicaron a fomentar la minería, ya que estaban convencidos que creían que esta actividad económica era más rentable. En 1787 se creó el tribunal o junta de minería, que estimuló los estudios y reconocimientos y hecho las bases del crédito minero.


El gremio de mineros era considerado: “primeros artífices y fundamento de la riqueza y felicidad del estado”.


Tanto minas como lavaderos de oro se localizaron principalmente en la zona norte y central.


La zona minera se ubicó entre Copiapó y Aconcagua.


La plata tuvo un buen resultado en: Copiapó, Coquimbo, Putaendo y Maipo. Se destinaba la producción a la fabricación de monedas, vajillas y joyas.


El cobre se explotaba en: Copiapó y Aconcagua donde se empleó para utensilios domésticos y para fundir cañones y campanas.


Las Manufacturas:


En los campos se elaboraron ponchos, frazadas y alfombras, cuya producción se consumió en Santiago y en otras localidades.


La alfarería fue desarrollada especialmente por los jesuitas en la capital, junto con los monasterios de monjes, además los jesuitas poseyeron almacenes, molinos, panaderías y boticas.


La expulsión de los jesuitas fue un duro golpe para el progreso industrial del país.


El Comercio:


1.El comercio con España: Entre las medidas tomadas por los Borbones para el comercio entre España y América esta el establecimiento de navíos de registro y de la ordenanza del comercio libre. Los navíos de registro llegaban a Chile por el cabo de Hornos, lo que dejaba a los puertos del país más cerca de Europa que el Callao, los productos que se importaban eran: productos de ferretería clavos y alambres de Vizcaya, sedas, papel y quincallería, paños y lienzos. Chile sólo podía exportar cobre en barra a España.


2. El comercio con Perú y Buenos Aires: A Perú se exportaban principalmente el trigo, el sebo y el cobre, y de ese país se importaba azúcar, tocuyos, bayetas, tabaco y arroz. El comercio con el virreinato de Buenos Aires consistía en la internación de la yerba mate del Paraguay, frazadas de lana y jabón.


El Contrabando:


El contrabando fue una consecuencia necesaria del sistema de monopolio, gracias al contrabando los comerciantes americanos obtenían productos europeos a bajo precio.


Las ordenanzas reales contra el contrabando no se cumplían, pues los contrabandistas contaban con la complicidad de los funcionarios reales.


El contrabando, fuera de abaratar las mercaderías y enriquecer a mucha gente, contribuyó al mejoramiento de la vida material de la clase alta.


La Fundación del Consulado (1795):


Como los juicios del comercio dependían del consulado de Lima, los comerciantes solicitaron la construcción de un consulado nacional. Carlos IV decretó su construcción en 1795, mientras era gobernador Ambrosio O'Higgins.


El consulado tuvo su cede en Santiago, era un tribunal de comercio, cuyos miembros eran designados cada dos años por elección de los comerciantes.


La Fundación de la Casa de Moneda (1743):


Felipe V, accediendo a una petición del cabildo de Santiago, concedió el derecho de fundar una casa de amonedación a Francisco García de Huidobro, quién fundó la casa sus propias expensas.


Carlos III dispuso en 1770 que el establecimiento pasase a depender del Estado.


Las Comunicaciones y el Transporte:


A partir de 1765, se construyeron, gracias a la iniciativa de Ambrosio O'Higgins, varias casas de cal y ladrillo en el camino cordillerano de Uspallata, que unía Santiago con Mendoza y que facilitaba el correo a Buenos Aires, con el fin de que sirvieran de refugio a los viajeros que por allí pasaban. También O'Higgins influyó en el mejoramiento del camino entre Santiago y Valparaíso.


El transporte más generalizado fue el caballo, por lo cual se hicieron muy lentas las comunicaciones.



Las Formas de Trabajo (1791):


A fines del siglo XVIII, debido al aumento de la población de los mestizos y de los trabajadores libres y a la desaparición de los indios, debido a la mezcla racial, sólo subsistían unas cuantas docenas de encomiendas.


Ambrosio O'Higgins solicitó y obtuvo de Carlos IV la abolición definitiva de las encomiendas, sin que hubiera que enfrentar la oposición del cabildo.


Los indios liberados fueron agrupados en pueblos o asientos de indios que han llegado a ser las aldeas de: Pomaire, Chalinga y Conchalí.


Los Campesinos:


La abundante ganadería en la zona de Aconcagua a Colchagua, exigió un mayor empleo de trabajadores asalariados, fueron éstos los peones e inquilinos.


Los peones eran mestizos o indios que trabajaban por un salario libremente. Con el tiempo los peones reemplazaron a los indios encomendados.


Los inquilinos o arrendatarios de tierra comenzaron a formarse en el siglo XVII, pero esta tendencia tuvo modificaciones en el siglo XVIII, al aumentar las obligaciones de los inquilinos, hubo que aumentar el pago.


Los Mineros:


El trabajo de las minas dio origen a diversas formas de relaciones entre el propietario y sus trabajadores, llegándose finalmente al régimen del salario.










La Vida Social:


El Refinamiento del Siglo XVIII:


Durante el último siglo colonial, época de reposo y de progreso, se refinan las costumbres de la aristocracia, que pasa a formar una pequeña corte en torno a los últimos gobernadores.


La edad de oro de la sociabilidad colonial fueron los tiempos de Muñoz de Guzmán, quien a pesar de sus años fue muy dado al baile, al teatro y a la música.


Una Tertulia Colonial:


Esperaban en la puerta a los invitados, los que pasaban a la cuadra. Las damas tomaban colocación a la derecha y los caballeros a la izquierda de los estrados. El bastonero rompía el baile con la estirada contradanza o el minue, al compás de la orquesta formada por violines, arpa y clave. Algunas señoritas se lucían cantando al piano canciones italianas. Por la tertulia se deslizaban las chinas de la casa, haciendo circular bandejas de tostadas, rosquitas, merengues, frutas confitadas y dulces de pasta de las monjas.


Los hombres preferían dirigirse a las alacenas del comedor a paladear los tragos de la época.


A media noche la concurrencia se agolpaba en el comedor.


Saciado el apetito, volvían los comensales, con chasquidos de lengua, a la cuadra, a rematar la noche entre bailes y canciones.


La Etiqueta: Competencias a que da Ocasión:


La vida social se regía por una complicada y rigurosa etiqueta, conforme a la cual era preciso proceder en las ceremonias y en las reuniones de sociedad. Esto daba origen a pendencias de autoridades, que más de una vez hubieron de ser resueltas por el propio soberano.


El Vestuario:


Durante el siglo XVIII se observa un aumento del lujo y del bienestar, originado por la exportación de trigo y metales de Perú. Los marinos franceses introducen las modas de Francia, mientras los barcos que doblaban el cabo de Hornos hacían llegar a Chile antes que al Perú los figurines de Madrid y de Cádiz.


Se produce un cambio notable en el traje de la mujer elegante. Comienza el uso de mangas ajustadas y tan cortas que apenas bajaban de los hombros. El escote aumentó en amplitud. El faldellín llegaba hasta el empeine de los pies. El calzado lo constituye el zapato de seda. El peinado esta formado por numerosas trenzas que se unían en las orejas formando el ala de “pichón”.


Los caballeros, con pelucas empolvadas, usan el vistoso chaleco que les llega hasta la rodilla, el calzón corto, y el zapato con hebillas, y se cubren con elegantes capas españolas de color negro.









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